El aumento de mamas consiste fundamentalmente en conseguir dar más volumen a las mamas utilizando para ello una prótesis. De esa forma se consiguen que las mamas queden naturales y bellas y sobre todo de acuerdo a la petición que hace el paciente y a sus característricas corporales.
El mundo de las prótesis mamarias ha tenido un poco de leyenda negra durante un tiempo. Había quien pensaba que su utilización podría propiciar el cáncer de mama u otras enfermedades inmunológicas en la persona que las llevara.
Sin embargo, estudios recientes han rebatido este supuesto problema y se ha demostrado que una mujer con implantes mamarios puede dar el pecho a su hijo sin ningún tipo de problemas, ya que la silicona no pasa a la leche en ningún momento y bajo ninguna circunstancia.
Existen tres tipos de prótesis fundamentalmente: suero, silicona e hidrogel. Las que tiene más consistencia y proporcionan unos resultados estéticios más naturales en cuanto a tacto y forma son las de silicona. Dentro de este tipo están las prótesis anatómicas que tienen la finalidad de reconstruir la mama y darle una forma conveniente en ciertos casos que se hacen necesaria para estos fines.
Las prótesis de suero tienen el problema de que pueden desinflarse, aparte de no conseguirse del todo la naturalidad esperada. Más o menos recientemente han aparecido las prótesis de hidrogel que suelen ser muy parecidas a las de silicona, convirtiéndose en una buena opción para ciertos casos en los que no se quiera llevar por algún motivo prótesis de silicona.
Para la operación de aumento de pecho se utiliza anestesia local o general y sedación, al gusto del paciente. Suele realizarse por vía axilar y dura aproximadamente una hora y media. El paciente estará ingresado de entre unas horas a una noche completa como máximo.
La operación de aumento de pecho puede realizarse en cualquier época del año, aunque se recomienda hacerla en primavera. Es muy importante que se establezca una confianza entre el cirujano plástico y el paciente, por lo que debemos pedir que nos expliquen detenidamente pormenores y datos importantes de la operación que nos van a realizar, además de elegir con tranquilidad el tipo de prótesis que deseamos que nos coloquen e informarnos detenidamente de las ventajas e inconvenientes de cada una de ellas.
Como el resultado final tiene bastante que ver con la estética, en este tipo de operaciones siempre se procura que no se note ninguna pequeña cicatriz que detale la intervención. Por ello, las prótesis se colocan a través de una pequeña incisión en la axila y se sitúan detrás del músculo pectoral. Esta forma de intervención para el aumento de mamas tiene una ventaja importante sobre la colocación por la areola.
Por ejemplo, en la colocación a través de la axila, la cicatriz quedará también en la zona de la axila, por lo que no quedará visible, aparte de que con esta modalidad la glándula no queda alterada ya que no hay necesidad de dejar cicatriz alguna en ella.
Otro punto importante a tener en cuenta por cualquier mujer que vaya a aumentarse sus mamas es que sepa elegir un tamaño apropiado, nunca el más grande porque sí, ya que las proporciones entre los pechos y la estructura física de la paciente son muy a tener en cuenta para que todo se vea muy natural. Para evitar problemas de este tipo existen unos medidores específicos que regulan el volumen de la prótesis que se va a implantar en función del diámetro del tórax de la mujer y de su altura, indican los especialistas de Medical Clinic.
El postoperatorio en este tipo de intervenciones de cirugía estética suele ser casi inmediato. Solamente se recomienda un reposo de tres o cuatro días y podremos incorporarnos a la vida cotidiana sin ningún tipo de problemas. Hay que tener en cuenta que durante unos quince días no debemos hacer esfuerzos, simplemente por un tema de seguridad.
Solamente nos queda pasarnos a comprar un sujetador para nuestra nueva medida y disfrutar de la imagen que daremos a partir de entonces.