Todos hemos oído a la gente decirlo, no importa lo descortés que pueda sonar, «¡Qué dolor de culo!» Sin embargo, cualquier persona que padezca el síndrome de piriforme puede hacer esa exclamación literalmente: El síndrome de Piriforme en realidad puede hacer que le duelan los glúteos.
¿QUÉ ES EL SÍNDROME DE PIRIFORME?
El síndrome de Piriforme se refiere a la irritación del nervio ciático causada por el músculo piriforme.
El nervio ciático es el nervio más largo del cuerpo, que va desde la base de la columna hasta los pies, comenta el fisioterapeuta Miguel Peña. El músculo piriforme se extiende desde el sacro, el hueso en forma de triángulo entre los huesos de la cadera, a través del nervio ciático hasta la parte superior del fémur, el gran hueso de la pierna que va de la cadera a la rodilla.
Este músculo le ayuda a mover la pierna de lado a lado. Cuando se produce un espasmo, puede ejercer presión sobre el nervio ciático y provocar una variedad de síntomas.
Por lo tanto, el síndrome de piriforme es en realidad una forma de ciática, el término general para cualquier irritación del nervio ciático. Investigadores de la Universidad de Harvard afirman que se calcula que el cinco por ciento de todos los casos de ciática pueden atribuirse al síndrome de piriforme.
¿CÓMO SE TRATA EL SÍNDROME DE PIRIFORMES?
Usted puede encontrar alivio para el dolor a través de medicamentos antiinflamatorios no esteroides de venta libre como el ibuprofeno o el naproxeno. También puede alternar aplicaciones de hielo y calor en el área en segmentos de 15 minutos, que se repiten cada pocas horas para aliviar el dolor.
Si el síndrome de piriforme no desaparece por sí solo, lo que ocurre a menudo, la siguiente parada es la fisioterapia. Su fisioterapeuta le recomendará un curso de ejercicio y estiramiento, los pilares del tratamiento del síndrome piriforme.
El fisioterapeuta puede centrarse en tratamientos tales como
- ajustar tu forma de andar
- ejercicios para estirar el músculo y los que lo rodean
- mejorar la movilidad de las articulaciones sacroilíacas
- fortaleciendo los músculos abductores de la cadera, los que mueven la pierna hacia afuera
- acupuntura.
Si su dolencia no responde completamente a estos tratamientos, es posible que necesite una inyección de corticosteroides para reducir la inflamación muscular. Un ultrasonido, una radiografía u otra exploración ayudarán a determinar el sitio apropiado para que tal inyección sea efectiva.
Usted también puede recibir un tratamiento con un estimulador nervioso eléctrico transcutáneo en el cual se utiliza un dispositivo manual para enviar cargas eléctricas a través de la piel con el fin de interrumpir las señales de dolor al cerebro. En casos severos, que son muy raros, se puede requerir cirugía.
¿CUÁL ES LA CAUSA PRINCIPAL DEL SÍNDROME DE PIRIFORMES?
El síndrome de Piriforme puede ocurrir por una variedad de razones, incluyendo
- antes de una cirugía de cadera
- lesión
- Alineación anormal de la columna vertebral, por ejemplo, escoliosis
- períodos prolongados de estar sentado, especialmente si tiene una billetera en el bolsillo trasero
- un músculo piriforme o nervio ciático que se ha desarrollado de forma anormal
- una discrepancia en la longitud de tus piernas
- problemas en los pies
- un golpe directo mientras se practica un deporte
- una herida que llega hasta el músculo
- el uso excesivo de ejercicios repetitivos frecuentes, como correr
- un cambio de un estilo de vida sedentario a uno más activo
SÍNTOMAS DEL SÍNDROME DE PIRIFORME
Inicialmente, el síndrome de piriforme puede parecer una bursitis de cadera o una hernia de disco. Un catálogo de síntomas durante el diagnóstico debe dejar claro a su médico que la causa del dolor ciático es el síndrome piriforme.
Los individuos que sufren del síndrome de piriforme tendrán:
- problemas para poner peso en un lado de las nalgas
- espasmos del músculo piriforme
- dolor de tipo ciático si la cadera se rota hacia afuera cuando hay resistencia
- dolor muscular piriforme durante un examen rectal
- dificultad para sentarse durante largos períodos de tiempo
- dolor que aumenta cuanto más tiempo permanezca sentado
- dolor en las piernas y los glúteos que aumenta cuando usted está activo
- hormigueo o entumecimiento en los glúteos que se extiende por la parte posterior de la pierna
- Las personas que se sientan durante largos períodos de tiempo en el trabajo o en casa están en riesgo de padecer el síndrome de piriforme, al igual que las personas que regularmente hacen ejercicios rigurosos en la parte inferior del cuerpo
Aunque su médico puede diagnosticar el síndrome de piriformidad simplemente basándose en sus síntomas, también puede ordenar exámenes para apoyar el diagnóstico. Dos que han demostrado ser útiles son la resonancia magnética (RM), que busca la inflamación de los nervios, y la prueba FAIR (flexión, aducción y rotación interna), que estira la cadera y ejerce presión sobre el nervio ciático.
El examen mide el retraso en las señales del nervio ciático durante la compresión muscular. Una resonancia magnética también puede ayudar a su médico a descartar la artritis o la ruptura de un disco como causas del dolor.
PREVENCIÓN
Los ejercicios de estiramiento sugeridos por su clínica de fisioterapia para aliviar su dolor también son buenos ejercicios para usar regularmente para prevenir que el síndrome piriforme vuelva a aparecer. También debe desarrollar una buena forma para cualquier tarea de movimiento repetitivo que realice regularmente; consulte con su fisioterapeuta. Además, no haga ejercicio que involucre a los músculos lesionados hasta que se hayan curado y practique una buena postura, lo que incluye usar zapatos que le queden bien.