¿Qué es la insuficiencia venosa?

La OMS define varices o venas varicosas, como dilataciones permanentes de las venas que con frecuencia son tortuosas. El 10 por ciento de la población adulta sufre enfermedades de insuficiencia venosa de los miembros inferiores.

La formación de las varices se produce por una debilidad en las paredes de las venas y un aumento de la presión en el interior de las mismas, que tiene como consecuencia una dilatación de todo el sistema, que termina produciendo una insuficiencia de las válvulas.

Los síntomas de las varices son muy variados, en general suelen cursar con dolor, aparición de venas marcadas, sobre todo en la zona posterior de la pierna, edema a nivel de los tobillos y calambres nocturnos.

¿Quiénes son más propensos a sufrir insuficiencia venosa?

Ciertos factores predisponen a sufrir una insuficiencia venosa, como los antecedentes familiares, obesidad, embarazo, profesiones que se desarrollan de pie o exposiciones al calor prolongadas. Las mujeres suelen tener más predisposición que los hombres. Las personas con factores de riesgo o con cualquiera de los síntomas, debe evitar situaciones donde se pone en peligro el sistema de retorno y tener en cuenta una serie de recomendaciones.

  • Permanecer periodos prolongados de pie o sentado de forma estática empeora el sistema venoso. Hay que dar pequeños paseos, mover los pies en forma circular y evitar cruzar las piernas.
  • Se debe evitar el calor en las piernas en forma de baños, saunas, radiaciones solares o depilaciones con cera caliente. Estas situaciones producen vasodilatación, y dificultan el retorno venoso.
  • El uso de anticonceptivos orales de forma prolongada puede empeorar el sistema venoso, por lo que es necesario un control médico.
  • Para evitar retenciones de líquidos y, por consiguiente, los edemas, se recomienda disminuir el consumo de sal y también evitar el sobrepeso.
  • Es aconsejable realizar actividades físicas moderadas como natación, bicicleta o paseos, para favorecer la actividad de válvulas. Para activar la circulación de la sangre hacia el corazón se deben realizar masajes en sentido ascendente y duchas frías con movimientos circulares.
  • Si es posible se debe descansar durante 20 minutos con las piernas 15 centímetros por encima del tronco, tres veces al día.
  • Durante el embarazo (sobre todo los últimos meses), hay que extremar estas recomendaciones, ya que debido al peso del feto y a los cambios hormonales, tiende a empeorar la circulación.

 

Una vez que han aparecido las varices, son incurables con tratamiento farmacológico, por lo que éstos sólo van dirigidos a aliviar los síntomas y evitar complicaciones. Los fármacos actúan a dos niveles, bien producen vasoconstricción en las fibras musculares de las paredes y favorecen el retorno venoso (flebotónicos), o bien aumentan la resistencia vascular y disminuyen la permeabilidad capilar (vasoprotectores).

Las complicaciones que pueden tener estas insuficiencias venosas son: flebitis o inflamación crónica de la vena de forma más grave, la formación de úlceras , o la ruptura de una vena varicosa. El tratamiento más eficaz para mejorar los síntomas de esta enfermedad son la eliminación de varices mediante espuma esclerosante y las medias elásticas de compresión decreciente desde el pie hasta el muslo.

Es importante que la presión que ejerza la media sea mayor en el tobillo que en la pantorrilla, y la de ésta, mayor que la del muslo, por ello es importante que la talla sea la correcta.